SESIÓN 21

ANÁLISIS LITERARIO EXTERNO DE LA OBRA "DIAMANTES Y PEDERNALES"

CORRIENTE LITERARIA:

El tema indígena fue tratado desde la llegada de los conquistadores hasta la actualidad, este tema fue abordado por diferentes corrientes literarias como el indigenismo, indianismo y neo indigenismo. La corriente indianista se toma una visión idealizada y romántica del indio, teniendo como principal ejemplo “Aves sin nido” de Clorinda Mato de Turner. El indigenismo, donde se denuncia la discriminación del indio, problema por el cual el indio lucha para conseguir un cambio, como mayor interprete esta Jorge Icaza con sus pinturas naturalistas  como la de “Huasipungo”.

Por otra parte apareció el neo indigenismo, donde se ve la presencia los valores humanos del indígena, el personaje se ve vinculado con el arte, la tierra y su naturaleza. El principal intérprete de esta corriente literaria es José María Arguedas en su obra “diamantes y pedernales”. Las características ya antes mencionadas se pueden evidenciar en la siguiente oración: “Mariano tocaba recordando su valle, su pueblo nativo”, donde el personaje se identifica con su naturaleza y le sirve de inspiración para tocar el arpa.

La obra diamantes y pedernales de José María Arguedas presenta un narrador de tipo omnisciente es decir, un narrador que todo lo sabe todo lo conoce pero no está presente en la obra, el narrador tiene una onda de identificación con el protagonista Mariano y  por lo tanto tiene una mirada crítica hacia el antagonista don Aparicio, podemos observar esto en el siguiente fragmento de la obra: “Cuando su joven patrón bebía en las cantinas, Mariano permanecía quieto tras la sombra de algún poste. Cuando don Aparicio salía para dirigirse a otra tienda o a su casa, el Upa lo seguía, andando por en medio de la calle”. Aquí se evidencia la inclinación con la víctima y la crítica al victimario.

Contexto histórico sociocultural:

El contexto político y económico en donde vivió Arguedas fue muy particular. Arguedas vivió en una época en la cual la educación era solo un privilegio de las clases dominantes y era común  y natural escuchar las siguientes expresiones: “indio leído, indio rebelde”. Arguedas vivió una época fascista durante el mandato de Óscar R. Benavides a causa de esto Arguedas fue apresado en 1937 por participar en las protestas estudiantiles contra la visita del general italiano Camarotta, quien era jefe de la misión policial de la Italia fascista

La vida sociocultural de Arguedas se caracterizó por muchos factores. En ese entonces había desigualdades socioculturales muy marcadas: existía una clase dominante y una clase dominada. En la sierra se había instaurado un sistema de opresión a los integrantes de las comunidades indígenas, ya sea porque pertenecían a diferentes etnias y pueblos incluso por diferentes rasgos físicos. Un claro ejemplo dentro de la obra tratada se ve en el fragmento que dice:

“Dicen que don Aparicio hizo caminar de cuatro patas a varios señores y que a algunos los

montó todavía.—Dicen que a don Esteban lo hizo subir al mostrador para que discurseara… —Dicen que don Aparicio se reía como un condenado y hasta en la plaza retumbaban sus

carcajadas.—¡Qué gracia! Mil indios trabajan para él.”

Generalidades:

DIAMANTES Y PEDERNALES NOS PRESENTA un género muy utilizado por Arguedas. El género prioritario de Arguedas es el narrativo aunque también cultiva el género lirico. Dentro de las especies narrativas más usadas por Arguedas están la novela y el cuento; diamantes y pedernales es un ejemplo de un cuento largo o también visto por otros como una novela breve.

Este relato tiene un lenguaje muy particular. Arguedas utiliza en la mayor parte de sus escritos un castellano muy regional y este se puede apreciar en la siguiente sentencia:

La obra también presenta frases en quechua tales como: «¡Ay sok’os, aypaykuykiman! , ¡Manan, mananpunim!

La obra “Diamantes y pedernales” presenta un narrador omnisciente, es decir, un narrador que todo lo sabe, que todo lo conoce pero no está presente en la obra. El narrador tiene una onda identificación con el protagonista Mariano y por lo tanto tiene una mirada crítica hacia el antagonista Don Aparicio.

“Mariano esperaba en la calle a su patrón y lo acompañaba en las noches hasta la gran casona. Iba tras de él, y don Aparicio no le hablaba.” En este párrafo se muestra la inclinación sobre la víctima y 

la crítica contra el victimario.

Recursos literarios:

Esta novela corta presenta una estructura singular. Esta novela presenta 6 partes enumeradas románicamente, dentro de estas partes enumeradas se encuentran divisiones separadas por tres asteriscos.

La novela presenta varios recursos de estilos, presenta narraciones como: “Al atardecer, los invitados regresaron a caballo, hasta la casa del oferente. Don Aparicio había hecho traer para Irma la yegua mora, aperada con montura de lado. Y ambos jóvenes cabalgaron juntos, montando en las más finas bestias. El potro de don Aparicio y la yegua mora braceaban al trotar, hasta mostrar la herradura; y avanzaban suavemente”, también presenta diálogos como: —La llevará usted, patrón.
—Todavía debe gustarle jugar corriendo; para eso es buena nuestra plaza, con su sombra.
—La hará usted limpiar todos los días, señor.
—Pero… no es de nuestra casta. ¡No es, no es!
—Depende de usted, sentándose en uno de los poyos de adobes del cuarto, afuera de la división de tocuyo. Finalmente presenta descripciones tales como: Había visto aquella madrugada del rapto, entre los húmedos árboles de molle, trotar llorando a la virgen ocobambina.

En “Diamantes y pedernales” encontramos algunas figuras literarias como: epíteto, hipérbole, personificación, símil, reduplicación y metáfora tal y como lo podemos apreciar en el siguiente párrafo:

Me casaré con ella, temprano, al amanecer. Y la haré sufrir toda la vida. No saldrá ni a ver los
árboles de pisonay de la plaza, la alfombra roja que sus flores tienden. El Félix estará pensando en consolarla. Querrá arrodillarse a sus pies, y quizá tendrá la esperanza de poner su cabeza sobre las faldas de la ocobambina. ¡Creerá que ha de hacerlo pasar a la tienda! Pero el corazón que yo he cerrado no tiene otra llave; el corazón que yo he cerrado está como en una sepultura. Así como yo, en mi memoria he borrado, desde esta hora sus ojos azules, sus ojos azules. ¡Una falda corta, amarilla! ¡El sol que prendía en su cabello, que la alumbraba como si fuera hija del trigo! La hemos borrado, Halcón.